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Authors: Lee Correy

Tags: #Ciencia ficción

La morada de la Vida (8 page)

BOOK: La morada de la Vida
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Dicho esto, el guardián uno puso ambas manos ante su largo rostro, y luego las separó desplazándolas hacia los lados; obviamente se trataba de un gesto de saludo y/o despedida mercaniano.

—¡Guau! —jadeó Scotty—. ¡Que me hablen luego de prolijidad…!

—Scotty, está usted olvidando el hecho de que está a sólo unas pocas generaciones de distancia del salvajismo galáctico —observó McCoy.

—Doctor, en circunstancias diferentes podríamos haber acabado haciendo un poco de actividad gimnástica a causa de esa observación…

—¿Se da cuenta de qué es lo que quiero decir? —dijo McCoy con una sonrisa—. Nosotros no tenemos un código de duelo mercaniano, pero tenemos nuestro propio código, ¿no es cierto?

Kirk les hizo bruscamente con la mano el gesto que indicaba que guardaran silencio.

En aquel momento eran conducidos por Lenos y los procuradores hasta un lugar cuya definición más apropiada hubiera sido una villa que miraba al mar oscuro de Mercan, oscuro como el vino, no muy alejado de la villa de los guardianes. Allí, los procuradores simplemente los dejaron solos.

—Es la cárcel más extraña que jamás haya visto —comentó McCoy, al advertir que no había ni barrotes en las ventanas ni puertas blindadas con cerrojos.

Kirk estaba investigando todo lo que podía, y habló mientras abría puertas para averiguar adónde conducían.

—¿Y qué esperábamos? En ese océano no hay ni botes ni barcos. No hay un solo vehículo aéreo. No existe forma alguna de que podamos salir de aquí. Y los guardianes tienen un poder tan omnipresente gracias a los procuradores, que nos dominarían en un momento si intentáramos cualquier acto de violencia… lo cual, en todo caso, no entra dentro de nuestros propósitos. De momento no corremos ningún peligro, y hemos sido bien tratados tanto para nuestras pautas como para las de ellos. Además, hemos establecido un canal de comunicación con el hombre más importante del planeta. Estamos en una situación mejor que hace apenas unos días, cuando lo único que podíamos hacer era arrastrarnos por el espacio a factor hiperespacial dos, con la perspectiva de muchos años para llegar a casa.

—Bien, ¿qué haremos ahora? —inquirió McCoy.

—Esperar y reunir datos —explicó Kirk—. Cada uno de ustedes tiene una especialidad más un punto de vista personal. Cada uno de ustedes recogerá datos diferentes y hará interpretaciones distintas de lo que vea. Entre todos tendremos la probabilidad de hallarle una respuesta racional a lo que está ocurriendo aquí.

—Pero es que ahí arriba tengo en órbita una nave maltrecha que necesita reparaciones —protestó Scotty.

—¿Existe algún riesgo de que la
Enterprise
tenga problemas de funcionamiento por orbitar este planeta durante unos cuantos días o semanas, Scotty?

—No, pero no podremos ir a ninguna parte y yo no podré reparar ese motor hiperespacial si nos quedamos aquí sentados.

—Scotty, tiene ante usted toda una tecnología nueva que descifrar —le indicó Kirk a su ingeniero—. Puede que no consiga reparar el motor hiperespacial hasta que no haya investigado la tecnología mercaniana y descubierto qué áreas de la misma pueden resultarle útiles a usted. Tiene una tarea tremenda por delante —le recordó Kirk.

—Tiene toda la razón. Gracias por poner las cosas nuevamente en su perspectiva correcta, capitán.

Kirk sacó su comunicador y lo abrió.


Enterprise
, aquí Kirk.

—Adelante, capitán —respondió la voz de Uhura.

—Estamos bajo arresto domiciliario por parte de los humanoides que viven en este planeta —informó Kirk—. Nos encontramos bien. Estamos en una isla grande aparentemente emplazada en medio de uno de los océanos, en la capital planetaria llamada Celerbitan. Haga que el señor Spock localice nuestra posición a través de esta transmisión. Ahora, esté a la escucha de los informes verbales y la transmisión de los datos recogidos por los sensores.

Durante los minutos siguientes, Kirk dio su informe a través del comunicador, y luego lo empleó para transmitir los datos recogidos por los sensores de Janice Rand, McCoy y Scotty.

Cuando esa operación estuvo acabada, la voz de Spock les llegó a través del comunicador.

—Ya tengo todos los datos en la biblioteca de la computadora, capitán, y los analizaré junto con los que acaba de enviar usted. Debo decir que éste es un descubrimiento fascinante.

—¿Quiere decirme que está realmente entusiasmado, Spock? —preguntó Kirk.

—Señor, mis términos han sido más precisos. Y será interesante comparar esta cultura mercaniana con las que ya conocemos…

—Indudablemente, señor Spock. Pero entretanto, debemos estudiar y desentrañar esta cultura. Tenemos que hacer reparaciones en la nave, y lo que averigüemos sobre Mercan determinará cómo vamos a abordar la tarea —le dijo Kirk al primer oficial a través del comunicador—. Le enviaremos datos con toda la frecuencia posible. Y, por favor, comuníqueme cualquier descubrimiento interesante o correlación con la que se encuentre.

—Por supuesto, capitán —le replicó la voz de Spock—. Mientras tanto, también mantendré la vigilancia de esta estrella variable irregular… que está lejos de ser estable en ningún sentido. En este momento estoy sometiéndola a análisis de computadora con la esperanza de poder advertirles de cualquier inminente aumento de la emisión energética que pueda representar un peligro para ustedes sobre la superficie o para la
Enterprise
en su órbita actual.

—Muy bien, Spock. En cuanto tenga algún dato acerca de la estrella, hágamelo saber… Por cierto, la estrella se llama Mercaniad.

—Perfecto, capitán. Etiquetaré los datos de la computadora con ese nombre, y así la listaré en el catálogo estelar.

—Eso es todo de momento. Kirk fuera.

Orun, el joven mercaniano, había estado observando todo aquello con fascinación.

—He oído las teorías de la Técnica, y las he creído… pero encontrarme con que aparentemente son ciertas me produce una sensación muy extraña…

—Sabemos qué es lo que quiere decir —le aseguró McCoy con tono amable—. La verdad a veces hace mucho daño…

—¿De dónde vienen? ¿Cómo han llegado? —comenzó a preguntar Orun, cuyas preguntas casi se atropellaban las unas a las otras pos su ansia de información.

Kirk se sentó en una de las sillas que habían sido diseñadas para los cuerpos más largos y flacos de los mercanianos; no le resultaba muy cómoda porque el asiento estaba tan alto que sus pies apenas tocaban el suelo.

—Orun —le dijo al joven mercaniano—, se lo contaremos todo a usted y a los guardianes. Pero, antes de que podamos explicarlo en palabras y conceptos que ustedes puedan entender, tenemos que saberlo todo sobre la Morada y sobre los que viven en ella. Hemos visto muchos lugares como la Morada, y conocemos a muchas personas y muchos seres vivos de esos lugares. Para explicárselo de manera que tenga significado para usted, tenemos que saber qué es lo que creen ustedes, cómo piensan y cómo viven. En caso contrario, podríamos decirle las cosas de una forma que sencillamente no comprendería. Así pues… siéntese. Disponemos de mucho tiempo. Háblenos de Mercan… los guardianes, los procuradores, la Técnica… las historias y leyendas sobre de dónde vinieron y cómo comenzó todo. Cuéntenos las historias de ustedes…

DIARIO DEL CAPITÁN, grabado en un sensor–grabador sobre la superficie de Mercan; fecha estelar exacta desconocida en este momento.

Orun nos ha hablado largamente sobre Mercan. Mucho de lo que me ha contado equivale a los cuentos de hadas, leyendas y narraciones religiosas que los seres humanos les cuentan a sus hijos. Se trata de fábulas y parábolas; pero no hay en Mercan la amplia variedad de cuentos que tenemos en la Tierra, porque aquí en Mercan existe algo único: una sola cultura que abarca todo el planeta con muy poca variedad o variaciones debidas a las diferencias regionales puesto que los mercanianos hace ya muchas generaciones que poseen el transportador. Esto ha hecho que la cultura del planeta sea homogénea… Mantendrá ocupados durante mucho tiempo por venir a los xenosociólogos de la Federación… si es que nuestro contacto inicial no perturba tan profundamente a esta cultura como para destruir este descubrimiento único. No dejo de pensar en dos de las culturas de la Tierra que fueron tan completamente destruidas que no nos queda prácticamente ninguna herencia de ellas: los mayas y los cartagineses. Ninguno de nosotros se atreve a cometer un error, dado que si lo hiciéramos nos enfrentaríamos con dos posibilidades. O bien no conseguiremos nunca la cooperación de los mercanianos para reparar la Enterprise, en cuyo caso los datos permanecerían aquí hasta que otra nave de la Federación descubra este mundo; o afectaremos a esta cultura con una fuerza tal que se desmoronaría… y yo habré destruido a todo un pueblo con el fin de salvaguardar mis obligaciones de mando…

5

El relato de Orun fue registrado, palabra a palabra, en el sensor–grabador de Janice Rand. La transcripción fue posteriormente transmitida a la biblioteca de la
Enterprise
, junto con los comentarios, preguntas e interjecciones de Kirk, Janice Rand, Scotty y McCoy.

Orun comenzó de la siguiente forma:

—Nosotros, los de la Técnica, tenemos interpretaciones diferentes a las aprobadas por los guardianes de la historia original de los comienzos, porque hemos comenzado a hallar nuevos significados para determinadas partes de las antiguas leyendas. Coincidimos en muchas partes de las antiguas leyendas, así que les contaré los cuentos originales que nos relatan a todos nosotros, desde que tenemos los años de gatear, los años de jugar y los años de aprender.

Janice Rand lo interrumpió.

—¿Es así como determinan ustedes la edad física… mediante la referencia a las acciones más obvias que realiza una persona durante cada período de su vida?

—Por supuesto. ¿Es que existe alguna otra forma de hacerlo? —le preguntó Orun a su vez.

La ordenanza hizo una rápida observación al margen en su sensor.

—Los mercanianos no cuentan la edad física en términos de las revoluciones de Mercan en torno a Mercaniad. Preguntas: ¿Es debido a que las características variables irregulares de Mercaniad alteran también sus constantes gravitacionales, cambiando de esa forma la duración del tiempo que necesita Mercan para completar la órbita? O se debe a que la falta de inclinación del eje reduce el efecto de las estaciones? ¿Constituye esto una falta de la conciencia del tiempo y del concepto del mismo? El idioma contiene tiempos verbales, pero carece de referencias temporales. Orun continuó.

—Hubo un comienzo de energía en desorden. De esta energía desordenada, Mercaniad se formó a partir de la energía que comenzó a organizarse lentamente. Corrió por la Cinta de la Noche, acumulando energía y siguiendo el evolutivo Espiral de Vida, el movimiento de vórtice o hélice que es el movimiento o forma de todas las cosas. Durante ese largo viaje a través de la Cinta de la Noche, destinado a acumular la energía y la materia que más tarde necesitaría para servir como fuente de energía para la Morada de la Vida, Mercaniad atrajo la energía adicional para formar la Morada de la Vida. Y cuando la Morada de la vida estuvo formada, el sendero en forma de hélice de Mercaniad alejó todo el resto de la materia y la energía y quedaron sólo Mercaniad y Mercan para formar los cimientos básicos de la Morada de la Vida. Y la vida fue creada en la Morada, incluyendo nuestros antepasados. Cuando todo estuvo dispuesto en la Morada de la Vida, se produjo el Gran Cambio. Mercaniad y Mercan fueron arrojados de la Cinta de la Noche al vacío, donde nosotros pudimos comenzar nuestra labor como custodios de la Morada de la Vida. Mercaniad se hizo cambiante, desafiándonos con el fin de mantener despierta nuestra inteligencia…

—¿Ha habido siempre un solo pueblo en la Morada de la vida? —preguntó Kirk—. ¿O alguna vez estuvieron divididos en varios grupos?

—Estuvimos divididos hasta que los guardianes se organizaron en Meslan, en el estrecho norte de Fron Midan, donde formaron un grupo cuya historia original es muy parecida a la de la Técnica actual —explicó Orun. Metió la mano en un bolsillo de su tahalí y sacó un cubo pequeño. Lo activó de alguna manera que Kirk no pudo descubrir, y el cubo comenzó a desplegarse en forma de un mapa de colores en relieve que el capitán de la
Enterprise
reconoció como el del planeta mismo. Topológicamente, era posible hacer algo semejante, pero Kirk no comprendía cómo. No obstante, aquello puso en su conocimiento el hecho de que los mercanianos podrían haber alcanzado buena parte de su tecnología actual, incluyendo el sistema de transportadores, a partir de unos cimientos básicos de matemáticas topológicas.

Uno de los continentes de Mercan se estrechaba como la cintura de una avispa, y contenía un mar mediterráneo, Fron Midan, que estaba cerrado en el oeste por una estrecha península y al este por una isla gigantesca que formaba el estrecho norte, dominado por el símbolo de una ciudad llamada Meslan, y al sur por el de una ciudad isleña llamada Sandar. A Kirk le resultó fácil ver que los mercanianos tanto de Meslan como de Sandar podían controlar el tráfico marítimo que entraba y salía del mar interior que era, con fines prácticos, el único del planeta. Más aún, Fron Midan estaba a caballo del ecuador.

—Los primeros guardianes descubrieron dos cosas. La primera fue el secreto del misterio de Mercaniad.

—¿Cuál es? —quiso saber Kirk.

—Mercaniad es cambiante para desafiarnos y para eliminar de la Morada a aquellos que no sean lo bastante inteligentes como para buscar refugios profundos cuando entra en el período de incremento de la actividad que nosotros llamamos Prueba. Hasta que los guardianes aprendieron a predecir cuando se avecinaba la Prueba de Mercaniad, morían millones de nosotros durante ese período… casi todos, excepto los que conseguían hallar un refugio profundo en la Morada.

—¿Cuál es la naturaleza de esa Prueba? —inquirió el doctor McCoy—. ¿Se trata de calor extremo, frío extremo o alguna otra clase de cambio? ¿Mata absolutamente todo lo que hay en la superficie de la Morada?

—No es algo sencillo, como hemos descubierto los miembros de la Técnica —replicó Orun—. La Prueba acaba con los mercanianos. Nos mata muy poco después de comenzar. La Prueba provoca un calor sólo parcial; hay algo más en ella que todavía no comprendemos, pero la Técnica está trabajando en ello.

—Parece una combinación del incremento de la actividad de todo el espectro electromagnético —observó Scotty—, desde las microondas, pasando por los infrarrojos hasta los ultravioletas, y quizá también hasta los rayos–X.

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